Mi historia

Nací en Villacarrillo, un pueblo de Jaén, donde crecí rodeada del amor de mi familia, la tranquilidad de un pueblo y por supuesto muchos olivos.

Siempre fui una niña tímida, de esas que se ponen nerviosas al leer en clase. Pero curiosamente ese miedo y esa insatisfacción de querer serlo todo y a la vez nada fue lo que me llevó a apuntarme a clases de interpretación. Y fue ahí donde descubrí que en realidad sí podía ser criminóloga, boxeadora o veterinaria. Podía serlo todo y nada, en un mundo imaginario y creado por mí.

Decidí lanzarme y estudiar Arte Dramático en la Escuela Superior de Málaga. Con toda la inyección de adrenalina, vértigo y aprendizaje que me metí en esos cuatro años puse rumbo a Madrid, la ciudad de las oportunidades.

Llegué en 2019 y aunque la incertidumbre es constante en esta profesión y pienso que estaría más tranquila estudiando unas oposiciones (y mi madre más contenta) siempre hay una fuerza mayor que me trae de vuelta y me recoloca. Supongo que será eso que llaman vocación ¿no?